Historia de la navegación: El tinerfeño Pedro de Indarchi en la expedición de la primera vuelta al mundo en 1519.

En Guetaria, en la costa guipuzcoana, a la entrada de esta localidad encontramos un enorme monumento conmemorativo levantado en memoria de la primera vuelta al mundo y del marino Juan Sebastián Elcano, natural de esa población guipuzcoana. En una placa aparecen citados los nombres de los veintinueve supervivientes de tan gran aventura, aunque veremos que según las fuentes, esta cifra es variable y por tanto, dudosa. Entre ellos podemos leer un nombre, Pedro de Indarchi, y un origen, Tenerife, lo que hace que nos preguntemos: ¿Quién era este Pedro?

Según señala José Manuel Ledesma Alonso (Cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife en su artículo publicado en El Día el 26 de septiembre de 2021), el 26 de septiembre de 1519 llegaban al puerto de Santa Cruz cinco navíos de la Corona española, con 239 tripulantes: Trinidad, capitaneada por Magallanes; San Antonio, al mando del Juan de Cartagena; Concepción, comandada por Gaspar de Quesada y como maestre Juan Sebastián Elcano; Victoria, dirigida por Luís de Mendoza; y la carabela Santiago, gobernada por Juan Serrano.

EXPEDICIÓN DE LA VUELTA AL MUNDO.- Después de dos años de preparativos, el 10 de agosto de 1519 zarparon del puerto de Sevilla, aunque aún tendrían que permanecer durante 39 días en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) reparando algunas naves que se encontraban en mal estado. El 20 de septiembre  tomarían rumbo a Tenerife, navegando en demanda de la punta de Anaga.

La expedición capitaneada por Magallanes, fondeó en la bahía tinerfeña del 26 al 29 de septiembre de 1519, al ser Santa Cruz el Puerto Real de la Isla de Tenerife, designado por la Corona en 1506, lo que implicaba la arribada forzosa de las flotas que se dirigían a  colonizar América.

En la narración corta y restringida de Vasco Gómez Gallego, compañero de Duarte Barbosa en la nao Trinidad, encontrada por el investigador tinerfeño Carlos Palles, se expresa que “… En el nombre de Dios y a buen salvamento, el 10 de agosto del año 1519 partimos de Sevilla con  cinco naves para ir a descubrir las Islas Molucas. Desde Sanlúcar navegamos al Sudoeste 960 millas, hasta llegar  a las Islas Canarias, donde encontramos la isla de Tenerife, en la cual está el puerto de Santa Cruz, en 28º de latitud Norte. Después de permanecer tres días en Santa Cruz navegamos hasta el tenedero de montaña Roja, en Granadilla, donde permanecimos fondeados dos días más para completar la carga de pez de los hornos allí existentes”. 

El 29 de septiembre de 1519, pues, la expedición partió hacia Montaña Roja, en El Médano, en el sur de Tenerife, donde los maestros pegueros: Andrés Blanco, Blas Afonso, Hernán López, y Pedro de Indarchi, -Pedro de Tenerife-, se dedicaron a calafatear las naves con la brea -la pez de los pinos canarios- llevada desde los hornos de resina que el Duque de Medina Sidonia tenía en sus tierras de Abona. Una vez finalizado su trabajo, Pedro de Tenerife embarcó en la nao capitana, mientras los otros tres lo hacían en la carabela Santiago. 

Antonio Pigafetta, que iba en la expedición y que actuó de cronista de la misma, nos dice en su Viaje alrededor del mundo que “el 26 [de septiembre de 1519] llegamos a una de las islas Canarias, llamada Tenerife, situada en 28 grados de latitud septentrional, para repostar carne, agua y leña. Anclamos allí tres días y medio, como provisión de la escuadra en dichas cosas; después nos acercamos a otro puerto de la misma isla, Monte Rosso por nombre (Montaña Roja, entre El Médano y La Tejita, en la costa del municipio de Granadilla) donde pasamos dos días. El lunes 3 de octubre, a medianoche, largamos velas en la dirección austral, engolfándose en el Mar Océano...”

Es decir, que seis días después de la partida desde San Lucas de Barrameda, la flota se encontraba en la isla de Tenerife, anclada en la zona del Bufadero de Santa Cruz. La medianoche del lunes 3 de octubre de 1519, cuando los alisios comenzaron a soplar, los cinco barcos, desde el fondeadero de Montaña Roja, tomaron rumbo sudoeste y luego sur, con el fin de acercarse a la costa africana y aprovechar el viento que les conduciría rumbo a América. Sin embargo, poco o nada sabemos de Pedro de Indarchi que figura en la citada placa de Guetaria como originario de Tenerife.

EL PERSONAJE DE PEDRO DE INDARCHI.- Martín Fernández de Navarrete en el libro Colección de los viages y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del siglo XV, de 1837, dice textualmente “Maestre Pedro fue cogido en la isla de Tenerife por orden del capitán, el día 1º de Octubre de 1519, y embarcado en la Santiago sin que haya noticia alguna de su clase ni patria: regresaba á España en la nao Victoria y fue uno de los que quedaron presos еn la isla de Santiago de las de Cabo Verde como consta de la relación de la gente que falleció y que volvió en la nao Victoria y está en el archivo general de Indias de Sevilla estante número 3 cajón nº1 legajo titulado Armadas de la Guarda de las Indias.”

Otros autores identifican a este Pedro como el Pedro de Indarchi que cita el Cronista General de Indias Antonio de Herrera en sus Décadas, y a quien sitúa como piloto de la nao Santiago. 

Por su parte, Juan del Castillo, en su libro La senda del pregonero (1992), afirma que en El Médano entraron a formar parte de la expedición cuatro tinerfeños: Hernán López y Maestro Pedro como "sobresalientes" y Andrés Blanco y Blas Afonso como "grumetes".

A juicio de Juan Carlos Cardell Cristellys, Ingeniero Superior Industrial y miembro de la Tertulia de Amigos 25 de julio, y presidente de la Asociación de Amigos del Museo Histórico Militar de Canarias, Magallanes, tras armar el barco en Sevilla llegó a Tenerife el 26 de septiembre de 1519. De acuerdo con los datos de Cardell Cristellys, el calafateador Pedro de Tenerife no quería ir y fue embarcado a la fuerza por la tripulación de Magallanes en la nao Santiago. Su nombre no figura en la relación de héroes por su nombre y apellidos sino como «Maestre Pedro».

Pedro de Indarchi embarcó, por tanto, como maestre en la Santiago y pasó a la Victoria tras sobrevivir al naufragio de la primera en la Patagonia. Su función era la de calafate, encargado de reparar las naves. Cuando la Victoria estaba a punto de completar la vuelta al mundo tuvo que hacer escala en el archipiélago de Cabo Verde para reponer provisiones. Los portugueses se enteraron que la ruta seguida por los españoles incumplía el Tratado de Tordesillas y procedieron a detener a los tripulantes que estaban abasteciendo a la Victoria, enviándolos a la cárcel de Lisboa. Entre ellos estaba Pedro de Tenerife, que tuvo la suerte de ser liberado junto a sus compañeros semanas más tarde.

En efecto, en el regreso del intenso viaje alrededor del mundo, el sábado 6 de septiembre de 1522, la nao Victoria, capitaneada por J. S. Elcano, entraba en la bahía de Sanlúcar de Barrameda con 18 supervivientes extenuados y sin fuerzas, pero con 750 quintales de especias en la bodega, lo que haría el viaje muy rentable al cubrir con creces los gastos de la expedición. 

Según cuenta José Manuel Ledesma Alonso,  Juan Sebastián de Elcano fue llamado por el Emperador Carlos a Valladolid, y le llevó muestras de las distintas especias, para que las conociera y disfrutara. Después de pedirle que le diera la cuarta y la veintena parte de los efectos que traían consigo, le suplicó que hablara con el Rey de Portugal para lograr la libertad de los 12 hombres que habían quedado presos en Cabo Verde, los cuales llegarían a Sevilla semanas más tarde, lo que hacía un total de 35 supervivientes (cuyos nombres y procedencias figuran en la aludida placa colocada en la Villa de Guetaria) de la expedición alrededor del mundo con Elcano al frente, y entre ellos estaba el Maestre Pedro de Tenerife. 

Como señala Luis Cola Benítez  (en su artículo publicado en La Opinión el 20 de marzo de 2016), "la identidad de este curioso personaje tinerfeño y el verdadero motivo de sus escalas en Santa Cruz y La Tejita, forman parte del arcano isleño de los mayores navegantes de la historia, Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano".

Pedro R. Castro Simancas, 12.07.2024.

Fuentes: Artículos publicados por la Tertulia Amigos del 25 de Julio.

GARCÍA CASANOVA, J., RODRÍGUEZ DELGADO, O., WILDPRET DE LA TORRE, W. (1996): Montaña Roja: naturaleza y historia de una reserva natural y su entorno, Centro de la Cultura Popular Canaria-Ayuntamiento de Granadilla de Abona, Tenerife, 1996.
Placa conmemorativa de los supervivientes, colocada en el Monumento a Elcano en Guetaria.
(Foto: Pedro Rubens).




Comentarios

  1. Como comenta Octavio Rodríguez Delgado, en su libro sobre la Reserva Natural de Montaña Roja, todavía se echa en falta en la localidad de El Médano, la creación de una casa o museo de Magallanes, dedicado a recordar la gesta histórica de la primera vuelta al mundo, y "perpetuar el paso y la estancia del famoso navegante en la costa de Granadilla de Abona".

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