Vidas desconocidas: Pedro Benítez de Lugo "El Tuerto", Conquistador de Tenerife.

Pedro Benítez de Pereira y Fernández de Lugo, más conocido como Pedro Benítez de Lugo, y también conocido como Pedro "El Tuerto", también nominado como Capitán Pedro «El Tuerto» Benítez de Lugo, "El Viejo", fue un conquistador al servicio del Reino de Castilla, que había nacido en Sanlúcar de Barrameda (Andalucía) hacia 1475, falleciendo en el norte de África hacia 1506, aunque algunos autores dicen que murió en Gran Canaria.

En efecto, hay autores que sitúan su muerte en Las Palmas de Gran Canaria, a la edad de 37 años. Otros autores, señalan que falleció en noviembre de 1501 en Tagaos, (Sidi Ifni), Marruecos, sobre 31 años de edad.

Pedro Benítez de Lugo era sobrino del Conquistador de La Palma y Tenerife, don Alonso Fernández de Lugo, y junto a su tío intervino en la conquista de estas islas y en la conquista de tierras de Berbería, en el actual Marruecos.

Fueron sus padres, el Almirante de la Armada del Océano, señor de la villa de Montillos, y caballero de la Orden de Cristo, Juan Benitez de Pereira y Mosquera, y su madre, Inés Fernández de Lugo y de las Casas.

Don Pedro tuvo también un hermano, don Diego Suazo de Lugo o "El Licenciado", que fue capellán de los Reyes Católicos y fundó una capellanía en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).

Por su parte, Pedro Benítez de Lugo contrajo matrimonio alrededor del año 1500, en Sanlúcar de Barrameda, con su prima, Ana Fernández de Lugo y de las Casas, matrimonio del que nacieron dos hijos, el primero conocido como Juan "El Mozo" Benitez-Pereira de Lugo, nacido hacia 1500-1545, y el segundo, Luis Manuel de Lugo y de las Casas, del que se desconoce la fecha de su nacimiento, ni siquiera aproximada.

Sin embargo, Doña Ana Fernández de Lugo, contrajo matrimonio dos veces, ello, según se desprende de la lectura de su testamento otorgado en 6 de abril de 1519 ante el escribano de San Cristóbal de La Laguna, don Antón de Vallejo. Fue su primer marido, en efecto, el Conquistador don Pedro Benítez de Lugo, apodado El Tuerto, que era primo hermano suyo; habiendo quedado viuda, doña Ana, en segundas nupcias se desposó con don Pedro de Vergara, otro de los célebres conquistadores de la isla de Tenerife, isla de la que fue Alcalde Mayor, Regidor y Aguacil Mayor, además de Mensajero en la Corte de S.M., entre otros cargos.

EVITAR CONFUSIONES CON OTROS PERSONAJES DE SIMILAR NOMBRE.- Pedro "El Tuerto" no debe ser confundido con un descendiente de su linaje, llamado Pedro Nicolás Benítez de Lugo y Piña de Vergara (La Orotava, 1667-La Habana, 4 de diciembre de 1702), que fue un militar español que ejerció como gobernador y capitán general de Cuba (1702 a 1705).

Tampoco, naturalmente, debe confundirse con Pedro Fernández de Lugo, nacido en Sevilla, en 1475 y fallecido en Santa Marta (Colombia), el 13 de octubre de 1536, que fue el segundo Adelantado de Canarias, gobernador de las islas de Tenerife y La Palma, y gobernador de Santa Marta, en Colombia. Había sido hijo de don Alonso Fernández de Lugo, que fuera conquistador y primer Adelantado de las islas Canarias.

Pues bien, de este último personaje, don Pedro Fernández de Lugo, segundo Adelantado de Canarias, hemos tenido oportunidad de comentar algo, a propósito de la fundación del municipio de Tenerife, en la actual República de Colombia:

Tenerife en el mundo

En una escritura que otorga el Adelantado don Alonso Fernández de Lugo el 28 de agosto de 1506 ante el citado escribano de San Cristóbal de La Laguna, Antón de Vallejo, el Gobernador de Tenerife declara la muerte de sus dos sobrinos, Pedro 'El Tuerto' y Francisco Benitez de Lugo, hijos de doña Inés de Lugo. 

'El Tuerto' fue conquistador y terminada la conquista de la isla, regidor de Tenerife en el Cabildo, obtuvo grandes datas de tierras y aguas por su participación en la conquista, murió, en efecto, en el año 1506 en una escaramuza al igual que su hermano el citado Francisco Benítez de Lugo, en el lugar de Tagaos (actualmente, Sidi Ifni, en Marruecos). 

Escudo de armas de Pedro Benítez de Lugo

Conquistador y Regidor de La Palma y Tenerife, 'El Tuerto' fue uno de los seis primeros cargos concejiles que se nombraron en 1497 para regir el Cabildo de Tenerife, por el Adelantado don Alonso Fernández de Lugo, su tío, una vez terminada la conquista de Tenerife en 1496. Terminada la conquista de Tenerife, en efecto, recibió un gran repartimiento de tierras y aguas en premio de sus servicios. Como capitán de la armada capitaneada por don Alonso Fernández de Lugo, murió, como hemos comentado, peleando heroicamente contra los moros en la escaramuza acontecida en el citado lugar de Tagaos, en la costa de Marruecos, en el año 1506. 

PARTICIPACIÓN DE 'EL TUERTO' EN LA CONQUISTA DE TENERIFE.- Durante la conquista de la isla de Tenerife (1494-1496), por los bandos de guerra, Tinguaro, que era hermano de Benchomo Mencey de Taoro, fue un valiente guerrero guanche que se empleaba con gran temeridad y arrojo, aunque era de sentimientos nobles y prudentes y no gustaba derramar sangre inútilmente, según cuentas las crónicas.

De todas las batallas en las que tomó parte Tinguaro destaca la de la Primera batalla de Acentejo, donde dejaron malherido al mismo capitán Alonso Fernández de Lugo que hubo de ser retirado por sus hombres del campo de batalla. Tinguaro era un gran conocedor del terreno, lo que compensaba las superiores armas de los invasores. En esta batalla, el ejército castellano sufrió una sonora derrota frente a las huestes guanches del norte de Tenerife, en el barranco situado en el actual municipio de La Matanza de Acentejo.

Según relata el profesor Rumeu de Armas, en el fragor de la pelea, el propio capitán Alonso de Lugo cayó del caballo, malherido de una tremenda pedrada en la boca; y ya se debatía sin fuerzas en lucha desigual contra un grupo numeroso de guanches, cuando vino presuroso en su ayuda su sobrino, Pedro Benítez 'El Tuerto'. Después de duro forcejeo pudo liberar a su jefe y hasta facilitarle una cabalgadura para que pudiera incorporarse a la lucha.

Perdieron los castellanos en esta primera batalla de Acentejo casi 600 hombres entre muertos y heridos y como hemos dicho más arriba el propio Lugo fue herido de una pedrada en la cara y hubo de ser auxiliado por su sobrino, el citado Pedro Benítez de Lugo. Dispersados los cristianos, Tinguaro, que como hemos dicho era de generosos sentimientos, no intentó perseguirlos ni aumentar en ellos la matanza, permitiéndoles, incluso, que retiraran sus muertos y heridos, sentándose a descansar sobre una gran piedra.

Cuenta, por su parte, el cronista Alonso de Espinosa: «Uno de los quales [de los que escaparon] fue el governador de la conquista Alonso de Lugo, que a uña de cavallo, y por diligencia de algunos canarios [de Gran Canaria] y treinta guanches del reyno de Güímar que le acompañavan, se puso en salvo en el puerto de Santa Cruz, aunque no escapó sin herida porque le quebraron algunos dientes de una pedrada, y le mataron el cavallo y si Pedro Benítez el Tuerto no llegara a favorecerle [y] lo librara [del] mal, porque le tenían cercado los guanches, pero llegado le ayudó a levantar, y le proveyeron de otro cavallo que andava suelto, aviendo dexado a su dueño en el campo» (Espinosa, 1594, 77v-78).

Los conquistadores que además del general don Alonso Fernández de Lugo se distinguieron en la primera batalla de Acentejo fueron: don Pedro de Lugo, su hijo; Pedro Benítez 'El Tuerto', que obró tales hazañas que decían los guanches que si todos hubiesen sido como él, no hubieran padecido derrota; Pedro de Vergara; Fernando del Hoyo; Bartolomé y Juan Benítez; Jerónimo Valdés y su hermano Andrés Xuárez Gallinato; Guillén Castellano; Lope Hernández de la Guerra y sus sobrinos, Hernando Esteban, Inufrio y Juan Guerra; Francisco Vilches; Francisco Gorbalán; Alonso de la Cruz; Antón Viejo; Hernando Trujillo; Alonso de la Peña; Diego López de Aza; Fernando de Llerena; Gonzalo García del Castillo; Francisco de Albornoz; Martín de Alarcón, etc., etc.

Los más señalados entre los guanches de guerra fueron: el rey Benchomo; el príncipe Tinguaro; y otros, como Sigoñe; Tigayga; Guadafreta; Tauco; Rucaden; Godeto; Badayco; Afur; Guayonja; Arafo; Caluca, etc., etc.

PEDRO 'EL TUERTO' EN ÁFRICA.- Una cita que hay en un libro del tinerfeño Álvarez Rixo que ponemos en relación con el lugar donde murió don Pedro Benítez de Lugo, fue este topónimo de Tagaos, y que dice que "en la costa de Berbería o África occidental, donde los españoles ya establecidos en Tenerife hacían entradas, está otro [lugar] llamado Tagaos, en el cual fue muerto Pedro Benítez el tuerto, [que fue] célebre conquistador" [de Tenerife] (Espinosa, lib. 3º, cap. X).

Tagaos era la capital de Bu-Tata, un reino bereber islámico situado en la zona sur de la actual Marruecos, (Laqsabi Tagoust en Egleimín), que se creó con la desaparición de la tribu de los Benimerines, y que acabó bajo la órbita del Reino de Castilla. Los españoles encontraron al descendiente de un antiguo rey, y le convencieron para que cediera sus derechos a la corona de Castilla en el año 1499.

La campaña de 2014 del proyecto Investigaciones arqueológicas en la región de Sus-Tekna (Marruecos), patrocinada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España (CSIC), ha permitido confirmar la identificación del actual caserío de Ksabi con la antigua ciudad caravanera de Tagaos. Se trata del importante enclave comercial, artesanal y agropastoril que, a partir del siglo XIII, sustituye como capital regional al vecino «puerto» transahariano de Nûl Lamta, activo al menos desde el siglo X y asimismo localizado en el curso de los trabajos arqueológicos enmarcados dentro del citado proyecto.

En efecto, la cronología y la naturaleza de los vestigios arqueológicos documentados por el citado Equipo investigador semejaban guardar una relación estrecha con algunos de los datos textuales disponibles para este antiguo «puerto» caravanero de la costa occidental marroquí, centro neurálgico de un extenso territorio, conocido por las fuentes castellanas de finales del siglo XV como «reino de la Bu-Tata», que incluiría toda la cuenca del río Ued Nun y se prolongaría, hacia el sureste, hasta el valle del Ued Tamanart, ya tributario de la cuenca del río Ued Drâa. En 1499 la Corona castellana intenta incorporar, de manera efectiva, este territorio a su proyecto colonial africano mediante la firma de un tratado suscrito en Tagaos y refrendado por los notables de las tribus locales, los titulares de los distintos «señoríos» y «capitanías» que, al decir del propio texto del acuerdo, componían este antiguo «reino» (Rumeu de Armas, 1996: 311-343).

Los Reyes Católicos estarán representados para la ocasión por don Lope Sánchez de Valenzuela, a la sazón gobernador de Gran Canaria. La tentativa de penetración colonial castellana, amparada en este pacto, se sustanciará en el proyecto de construcción de dos torres-factoría: una en la desembocadura misma del río Ued Nun, conocida como San Miguel de Asaca y cuyos restos han podido ser localizados en Fum Asaca en el marco de dichas investigaciones, y otra en la propia ciudad de Tagaos, que nunca llegó a erigirse. La sangrienta derrota del ejército expedicionario hispano-canario en la batalla de San Miguel de Asaca o de Las Torres, encabezado por el conquistador Alonso Fernández de Lugo (1506), dará al traste con este intento de ocupación.

Tras esta derrota sobre el territorio, la presencia castellana en esta zona del África atlántica quedará de nuevo limitada al entorno inmediato de la torre real de Santa Cruz de la Mar Pequeña, erigida en el año 1496 en la laguna de Jnifiss, el Puerto Cansado de las fuentes hispanas, y activa hasta el año 1526.

Por su parte, en el siglo XVIII, el gran historiador tinerfeño José de Viera y Clavijo en sus Noticias de la Historia General de las islas Canarias, nos relata lo siguiente: "Ya es conveniente colocar la expedición que don Alonso Fernández de Lugo emprendió a las partes fronterizas de Berbería, a vuelta de su viaje de la Corte de los Reyes Católicos. Había recibido órdenes aquel jefe para que, en consecuencia de su carácter de capitán general sobre las referidas costas, desde el cabo de Guer al de Bojador, pasase con un armamento a construir en ciertos parajes de ellas algunas torres, capaces de sojuzgar la comarca. 

En el libro octavo de estas Noticias históricas hemos visto cuáles fueron las operaciones de esta campaña, y cómo don Fernando de Lugo, hijo mayor del mismo adelantado y paje de la Reina Católica; Pedro Benítez [El Tuerto], regidor de Tenerife, y Francisco Benítez, su hermano (ambos sobrinos del general), murieron sobre Tagaos o Tahagos, en una escaramuza que sostuvieron contra los moros.

Este famoso Pedro Benítez, llamado el Tuerto, era un caballero que había hecho gran papel en la conquista [de Tenerife], por su aventajada estatura y raro valor; y fue tan temido, que solían espantar[se] los niños con su nombre."

Portada de la novela de Ana Salamanca

DON PEDRO 'EL TUERTO' EN LA FICCIÓN.- Don Pedro Benítez de Lugo 'El Tuerto' aparece como personaje secundario en la novela Los últimos guanches, de la escritora Ana Salamanca, seudónimo de Ana García, profesora de Lengua y Literatura del Instituto José Arencibia Gil, en Telde (Gran Canaria).

Los últimos guanches, novela por la que obtuvo el primer premio del XIII Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, relata un historia relacionada con la conquista de las islas de La Palma y de Tenerife, y donde implica también a varios personajes que existieron realmente como Beatriz de Bobadilla, señora de La Gomera y El Hierro y a una nativa de la isla de La Palma, Francisca de Gazmira, que sirve a los conquistadores como lengua o traductora.

Entre los diversos personajes, ficticios y reales, figura, en efecto, uno histórico como es la figura de la que estamos tratando en este artículo, don Pedro Benítez de Lugo 'El Tuerto'. Especialmente significativo es el capítulo 38 de dicha novela, donde se narra la llegada a la costa de Marruecos de las tropas encabezadas por Alonso Fernández de Lugo, cuando llegan a Tagaos (para Castilla, Santa Cruz de la Mar Pequeña), que fue un importante enclave del Reino de Castilla en la costa occidental africana. Allí 'El Tuerto' y David (personaje ficticio y uno de los protagonistas de la novela) dialogan y cuentan lo siguiente:

- No entiendo cuál es el interés de Castilla en dominar este desierto... - comenta apesadumbrado [David].
- ¿Este desierto? ¡Este desierto es una mina de oro! - exclama Pedro Benítez, y su único ojo brilla a la luz de las caravanas; la llaman la ruta del oro en polvo. ¿Sabes por qué?
- Ni idea - responde David también con las pupilas centelleando de curiosidad.
- Hace poco más de cincuenta años nadie había superado el cabo Bojador, ni siquiera los portugueses -cuenta el Tuerto-. Se decía que a partir de allí el mar hervía y había enormes monstruos marinos capaces de tragarse un barco. Pero un día los portugueses consiguieron llegar y se encontraron con unas caravanas de camellos que atravesaban el desierto desde el sur hacia el norte. Llamaron a aquella zona Río de Oro.
- ¿Río de Oro? ¿Por qué?
- ¡Esos comerciantes llevaban oro en polvo! Probablemente lo siguen llevando.
- ¿Y se puede comerciar con ellos? - intuyó David.
- Se puede, claro. ¡Para eso estamos aquí! Llevan oro, marfil, plumas de avestruz... Y las intercambian por plata, telas de algodón o cereales.
- ¡No puedo creerlo!.

En este capítulo, el relato concluye con la escaramuza ocurrida con los moros que asaltan el campamento castellano situado en Tagaos y obligan a la retirada precipitada de Alonso Fernández de Lugo y de sus tropas. En dicha refriega, en efecto, muere Pedro Benítez, conocido como 'El Tuerto" y otros hombres de la expedición. (Y vuelve a su recorrido la frase premonitoria que el Tuerto le había dicho [a David] la noche anterior: ¡la vida es tan corta y el mundo tan ancho!).

Pedro R. Castro Simancas, 12.02.2025,
día de San Saturnino y compañeros mártires de Abitinia.

Fuentes:

RUMEU DE ARMAS, Antonio (1975): La conquista de Tenerife 1494-1496, Ed. Aula de Cultura de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1975.

BONNET REVERÓN, Buenaventura (1933): "Alonso Fernández de Lugo y sus conquistas por Africa", en Revista de Historia, nº 37, pp. 138-149, La Laguna (Tenerife), 1933.

ONRUBIA PINTADOO, J.; Bokbot, Y.; Hervás Herrera, M.Á.; García García, L.A.; Marchante Ortega, Á.; Cáceres Gutiérrez, Y.; González Marrero, Mª del C.; Juan Ares, J. de; Moreno García, M.; Rodríguez Santana, C.G. (2016): "Arqueología de Fum Asaca (Sidi Ifni-Marruecos). De probable instalación purpuraria gétula a torre colonial hispano-canaria", en Anuario de Estudios Atlánticos, nº 62, pp. 1-25, Casa de Colón, Las Palmas de Gran Canaria, 2016.

SALAMANCA, Ana (2024): Los últimos guanches, Ed. Pàmies, S.L. Madrid, 2024. (Novela histórica).


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